viernes, 26 de febrero de 2010

Pantano de Amadorio en kayak



Es un pequeño pantano en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana), se accede a él por la carretera que va de Villajoyosa a Orxeta CV-770, y aunque desde la indicación de "presa"en la misma carretera tenéis un buen acceso al agua, os forzará a un porteo que salva, escalón a escalón, unos 25m de desnivel. Casi es preferible seguir un poco más hacia Orxeta y salir tras una chimenea altísima a la izquierda, lo que os dejará a escasos 3m del agua, por una pista no asfaltada.



Sobre su historia, presa y aledaños no os voy a contar nada, pues hay abundante información en la web.(aquí,aquí,aquí y aquí, por ejemplo.)



En el agua sale un día bueno, no hace apenas viento, 15º, las lluvias han llenado el embalse hasta el punto en que algunos pinos con unos cuantos años ya luchan por sobrevivir con agua casi hasta las copas.



El agua verde, pero no sucia, los accesos limitados y un acondicionamiento para la zona de esparcimiento próxima consiguen que no haya basura en suspensión ni en la zonas próximas u orillas.



Como todo pantano posee un aire romántico, encierra recuerdos en el tiempo, restos de casas de las que apenas quedan tres paredes, una ventana y la estructura de una cocina baja, cuadras, corrales, algunos próximos al agua, otros saliendo de ella, terrazas de manpostería que otrora conformaban extensos bancales y que hoy juegan a sumergirse y emerger de las aguas, perdiéndose bajo ella otras vidas pasadas, horas de trabajo y mil soles y frutos.



No hay, desgraciadamente, en este pantano, cabida para el sosiego. Ese punto de lo más interesante que tiene un pantano que se da justamente cuando no paleas: El silencio.



En el márgen derecho, desde la presa, discurre la carretera todo lo largo que es y lanza todo su ruido al pequeño talud que a él da, apenas hay dos colas donde esconderse de este martirio, justo al final, en el que las aguas quedan encajonadas. Una de estas colas es el inicio del pantano y puede observarse claramente pues las aguas bajan transparentes, se ven peces y hasta patos (de esos de cabeza verde y anillo blanco, que no sé cómo se llaman). Es un buen momento para -con calzado adecuado- dejar el kayak y estirar las piernas remontando un poco el río que baja de balsa en balsa entre cañas y en ocasiones encauzado en una gran acequia.



En el márgen izquierdo hay algunos recovecos más interesantes, entre masas de pino, así como una talud vertical grande y de arena blanca que asemeja un perito moreno de andar por casa, más por las gigantes lonchas blancas que amenzan caída que por su envergadura.



Es este un pantano pequeño, tanto que en dos horas raspadas ratoneando (no más de 5mts a la orilla), con excursioncilla a pie incluida, bastan para bordear su perímetro.



Si lo tienes cerca, adelante, puedes echar la mañana, o la tarde. Puedes complementarlo con alguna excursioncilla, una senda, o si pescas tirar la caña, pero no da para mucho más.



Hay unas grandes vistas sobre las escarpadas montañas próximas, de las casas blancas típicas de la zona, ancladas en la empinada falda de la ladera, pero la proximidad total de edificaciones, pistas, carreteras al pantano le restan el atractivo que para mí tiene de necesario.



Sobre 10 le pondría un 5,5.



1 comentario:

Bea dijo...

Ese pato del cual desconoces su nombre, es un Ánade Real (Anas platyrhynchos) y proviene de Eurasia...
Para más información Google es tu mayor solución...
Besos corazón ^^