miércoles, 24 de septiembre de 2008

Hay que estar tronao.

Sentía la necesidad imperiosa de remar. ¿Qué más dará si dicen que amenaza tormenta?
Pues casi puedo volver. A la ida maravillosa mar rizada. A la vuelta me faltaban brazos, me sobraba aire, olas, y la lluvia picaba del copón en la cara! Al frente, sobre los 500metros, unos rayos que asustaban, y encima un nubarrón negro negro negro que quería devorarme.
Madre mía que miedo!
Menos mal que remaba al son del mp3a todo lo que da... pero por un momento se me salió un auricular y escuché el rugido del viento y las olas chocar y casi me doy cuenta de lo que estaba haciendo: así que rápidamente me lo volví a poner!

A la vuelta a casa, con moto, empapado: coches unos encima de otros, huecos increíbles en la calle, techos de gasolinera aplastando coches, calles enteras inundadas, el caos.

Será a veces más seguro el mar?... El otro día -con el terremoto- sentí lo mismo.



La arena a llegado al límite y ya no acepta más agua: Es momento de surfearla.


Tormenta!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Suerte la tuya que ivas en moto y podias luchar contra el mundo. Yo estaba en el corte ingles de elche y tarde 1 hora 45´en llegar a la gasolinera, conduciendo en reserva, con la niña llorando porque tenía que comer y mi mujer a punto de darle el ataque. Al final, consigo llegar a la gasolinera y estaba hecha un sandwitch. no vi ni un solo mono, estarían tomando cafe...